Los riesgos ergonómicos son los grandes olvidados en la prevención de riesgos laborales. Y es que, tal y como te comentábamos en el post sobre riesgos laborales en una oficina, son los más comunes en estos espacios de trabajo. En MPE trabajamos para empresas que se dedican a todo tipo de actividades. Algunas de ellas pueden entenderse como peligrosas (trabajos en altura, manipulación de químicos, herramientas peligrosas…), pero no por eso debemos menospreciar los riesgos ergonómicos y sus consecuencias.
Hay empresas que se sienten más seguras, incluso más despreocupadas, ante este tema. No obstante, puede convertirse en un auténtico talón de Aquiles si se descuida. Y no solo a nivel legal, sino también a nivel económico. Para entender bien el mundo de los riesgos ergonómicos, en este post te contamos todo lo que necesitas saber.
Riesgos ergonómicos: definición
Podemos definir los riesgos ergonómicos como aquellos riesgos que se producen mientras el empleado desarrolla su trabajo. Por lo general, este tipo de riesgos están presentes en movimientos, posturas y acciones que pueden poner en compromiso su bienestar.
Los riesgos ergonómicos no son tan inminentes como podría ser trabajar con material inflamable, pero su exposición prolongada sí que puede dañar al trabajador e incluso dejarle importantes secuelas. Por eso es importante contar con una empresa de prevención de riesgos laborales que le ayude a identificarlos y solventarlos.
Además, no podemos ignorar el hecho de que un espacio de trabajo no cualificado para desempeñar nuestras labores influyen de manera directa en el nivel de productividad. Es decir, la seguridad en el trabajo es algo que atañe a la empresa desde múltiples vías.
Tipos de riesgos ergonómicos
Hay muchos tipos de riesgos ergonómicos. Allá donde mires, estamos seguros de que hay peligros para tus trabajadores que ni siquiera habías contemplado. ¡Y no es nada personal! Simplemente sucede que, al verlos día tras día, nuestro cerebro los omite.
- Posturas incómodas y forzadas: lo más habitual. Si bien es cierto que lo primero que nos viene a la mente es una mala postura en la silla, o que la pantalla no esté a la altura de la vista, hay mucho más. Por ejemplo, una mala colocación del ratón o no utilizar alfombrilla puede generar el síndrome del túnel carpiano. Para estos casos hay ratones ergonómicos y otro tipo de material de oficina que puede ser de ayuda para tus trabajadores.
- Movimientos repetitivos: estos movimientos suelen ir de la mano de las posturas incómodas. Se considera movimiento repetitivo a todo aquel movimiento que se vuelve a realizar el periodos inferiores a 30 segundos. Algo tan sencillo como los clics del ratón o escribir en el teclado podría estar dentro de este tipo de riesgos ergonómicos.
- Aplicación de fuerza: en este caso no es tanto del trabajo de oficina sino más bien de fábrica. Hace alusión a aquellos empleos donde hay que utilizar palancas, manipular maquinaria y demás.
- Levantamiento de carga: se considera levantamiento de carga a peso superior a 3 kilos.
Seguramente hayas pensado en diferentes actividades que se llevan a cabo en tu empresa. Si es así, te recomendamos que te pongas en contacto con MPE para ayudarte a crear un plan de riesgos laborales adecuado para tu negocio.
Otros factores de riesgos ergonómicos
Ya te hemos dicho cuáles son los principales riesgos ergonómicos, pero hay otros mucho más sutiles que en ocasiones no atendemos. A continuación te dejamos un listado con todos aquellos factores de riesgos ergonómicos.
- Mala iluminación. Necesidad de forzar la vista para poder ver correctamente el trabajo que se está desempeñando. Puede ir desde la mala iluminación artificial de la habitación, pasando por la escasa luz natural o una escasa iluminación de la pantalla.
- Larga exposición a ruidos. Cuando se trata de una situación recurrente puede afectar al oído, derivando en barotraumas óticos, hipoacusia…
- Larga exposición a vibraciones. Es posible que se dé en todo el cuerpo o que exclusivamente afecte al brazo, todo depende de la herramienta utilizada.
- Altas o bajas temperaturas. Ya te lo contábamos en el anterior post. Tanto pasar frío como pasar calor puede tener consecuencias nefastas para los trabajadores.
¿Existen riesgos ergonómicos en el teletrabajo?
¡Por supuesto! De hecho, hay ocasiones en la que los riesgos ergonómicos son más elevados en casa que en la oficina. Si bien es cierto que lo ideal es que la empresa vele por el bienestar de los trabajadores, en este caso existe un vacío.
Desde MPE recomendamos a las empresas que realicen cursos para concienciar a sus trabajadores. Así se producirán menos riesgos y lesiones a la hora de trabajar en casa. Concienciar a los trabajadores es algo esencial, ya no solo para evitar peligros innecesarios, sino también para mostrarles el grado de implicación que existe con ellos.
Otra opción, siempre que sea posible, es la de facilitar a tus trabajadores algunos elementos: sillas, almohadillas, ratones ergonómicos… Pero aquí entra en juego cuánto tiempo pasan tus empleados teletrabajando. Es decir, no es lo mismo una persona que esté en total remoto a aquellas que trabajan un par de días desde casa.
MPE: velamos por los riesgos ergonómicos de tu salud ocupacional
En GRUPO MPE llevamos desde 2001 trabajando para velar por la seguridad de los trabajadores y de la propia empresa. Y es que todas las empresas deben cumplir con lo establecido en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. Aquellas organizaciones que no lo hagan, sufrirán sanciones legales y económicas que pueden superar los 980.000 euros.
Si tienes dudas de si tu empresa cumple con la normativa, siempre puedes solicitar una auditoría de PRL. Así nos aseguraremos de que todo está en orden, y en caso de no estarlo, tendrás la opción de modificar y corregir los problemas existentes.
Confía en una empresa de prevención de riesgos laborales profesional como MPE y siente cómo tus trabajadores están protegidos en su día a día.